Breve historia de la Fiebre Amarilla, en las Américas y México

Resumen

La fiebre amarilla se originó probablemente en África y fue importada a las Américas en 1600; la llegada de los europeos y la trata de esclavos, fue acompañada por la introducción del virus de la fiebre amarilla (VFA) y su vector el mosquito Aedes aegypti (1).

Parece ser que antes del descubrimiento de las Américas se conocía ya la fiebre amarilla, diversos documentos precolombinos como son los códices de antiguas civilizaciones ya era mencionada: entre los mexicas con el nombre de cocolitzle; entre los mayas con el de xekik (vómito de sangre) y entre los caribes con el de poulicantina (1).  El Popol-Vuh, libro sagrado de los mayas quichés, describe monos y mosquitos que aparecen deificados en la mitología maya, su relación con la fiebre amarilla, si no se revela con máxima claridad, les reconoce poseer los agentes de ese mortal padecimiento. Se relatan epidemias devastadoras que despoblaron súbitamente ciudades mayas. En la leyenda “Maestro Mago y Brujito”, los mayas desplazan a los monos que quedan prisioneros en los árboles, y éstos al descender hacia Xilbalba que es el inframundo o la mansión de la muerte, envían al mosquito ordenándole "Pica a cada uno de ellos. Muerde primero al que esté sentado y después acaba por picarlos a todos. Tu alimento será chupar en los caminos la sangre humana”. "Muy bien respondió el mosquito". Otros documentos indígenas proporcionan datos elocuentes, "Xekik" significa en maya-quiché vómito de sangre en el Chilam Balam de Chumayel, de Tizimin y de Kaua; lo que permiten determinar la cronología de la aparición y recurrencias de esa epidemia, la primera fecha de "xekik" corresponde a una época entre 1480 y 1485 (2). Los brotes de fiebre amarilla antes de la conquista, son atribuidos al ciclo de transmisión selvática, donde participan monos y mosquitos vectores de selva tropical (3).

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